MGema MarínCuando abres una novela de suspense sabes que el escritor ha hecho bien su trabajo si la curiosidad inicial se va transformando en expectativa. Tu curiosidad intelectual es alimentada para que sigas leyendo.

Te insta a sumergirte en la historia y preguntarte qué están planeando esos personajes, a qué motivación atienden y qué valores defienden. No puedes hacer otra cosa que continuar leyendo

La semilla está plantada.

Además, las acciones no revelan del todo su significado.Sabes que va a ocurrir algo, tienes incertidumbre, pero desconoces las razones que hay detrás, porque el creador de este escenario te oculta información a ti, lector.

Ante tus ojos, el protagonista está inmerso en un laberinto de pesadillas, no sale de una cuando ya está en otra. Es entonces cuando te identificas con el protagonista, sus motivos son los tuyos, sus valores también.

¿Quién no ha estado en la piel de Mitch Mc Deere, el joven abogado de «La Tapadera»?¿Acaso no has investigado con él los trapos sucios de su bufete?¿No has sufrido con los infortunios de Teresa Mendoza, la protagonista de «La Reina del Sur»?¿No te conmovió el desolador lado humano de Alec Leamas en «El Espía que Surgió del Frío?¿Sabes qué es lo que pasa? Que te interesan sus problemas.

La semilla está creciendo.

Avanzas entre las páginas sabedor de la próxima descarga de adrenalina.Los acontecimientos se suceden , las dificultades colocan a tu protagonista, te colocan a ti, en una carrera contrarreloj y contra el mundo.

Gracias  a la lógica interna que le da verosimilitud, esa que el escritor se ha currado, sientes la mismas emociones que el protagonista pero acrecentadas porque, además, tú estás dos pasos por delante de él, has tenido acceso a más datos. Así que pasas la página angustiado, en tensión, haciendo el comentario que el autor ha programado en tu mente al planificar su escena con habilidad: ¡Oh no!¡Párate!¡No entres!¡Cuidado!

Estás preocupado por el destino al que el protagonista se dirige de forma inexorable. Te preguntas entonces ¿lo logrará?¿Saldrá de esta?¿Dará la vuelta a la situación?

La semilla ha germinado.

Si estas son las emociones que despierta en ti una novela de suspense, querido lector, estás en el sitio adecuado.

Mi primera novela, «Black Dollar, es un thriller clásico que tiene como telón de fondo el sector bancario y el inicio de la crisis económica. Después escribí «El Dios que nada traspasa», thriller psicológico ambientado en Roma y en la isla de Fuerteventura. Esta novela quedó entre las cien primeras en el concurso de autores indies de Amazon 2015, lo que supuso un aliciente para seguir escribiendo. Después vinieron «El Legado de los Cohen» con el trasfondo de la hermosa ciudad de Cáceres y «El Señuelo de El Irlandés»

Mientras confecciono la que será mi cuarta novela, te hilvano en este atelier puntadas de literatura con letras de tensión, expectación, incertidumbre y angustia.¿Quieres saber qué encontrarás por aquí?:

  • Entretenimiento, te hablaré de los maestros del suspense y de cómo confeccionaron sus novelas más famosas.
  • Conocimientos, sabrás qué circunstancias internas y externas les influenciaron.
  • Viajes y lugares, te llevaré a las ciudades que les sirvieron de inspiración a los para situar la acción y sus personajes.
  • Vida social, conocerás a protagonistas peculiares, antagonistas emblemáticos y secundarios cautivadores.

Además, te hablaré de mis lecturas semanales y te tendré al día con las últimas novedades del género. ¿Te apuntas?

MGM